sábado, 26 de diciembre de 2015

HADOS ESCRITORES



HADOS ESCRITORES                                        

En un bosque lejano habitaban unas hadas escritoras que se hacían acompañar de un hado también escritor. Todos ellos de distintos orígenes y que se conocieron a través de las letras.
Eran compañeros en las palabras y también en la amistad que compartían más allá de las reuniones en clase lo que les llevó a participar en encuentros de letras, radio y teatro.
Estaban dirigidos por una hada mayor que les proporcionaba novedad y entusiasmo para poder alcanzar los escalones que se marcaba con la colaboración de todos.
Transcurridos unos años esta hada mayor cambió de actitud y con sus reproches y desencuentros,  originó la descomposición del grupo. En ese momento se convirtió en hada mala nadie sabe porque llegó a eso y sí que la mayoría del grupo de hadas escritoras junto con el hado, se encontraron desatendidos en sus inquietudes de escritores.
Preocupados por su futuro el grupo vagó por el bosque y se encontró entre la flora de matorrales jaras, lavandas, eneldos y otros arbustos a un hado/mago que se dispuso a atenderles.
El hado/mago de complexión atlética, entradito en años, con varios premios de relatos en su haber y con gana de atraer a aquel grupo, inició su puesta en escena ofreciendo con sencillez su saber a todos y también corrigiéndoles los textos con rigor gramátical.
Pronto olvidaron al hada mala.
Como los orígenes del grupo eran muy distintos tuvo que adaptarse e ir conociéndoles poco a poco.
Tenemos a un hada elegante, alta de gran porte, de  familia de militares y entregada a sus letras y al teatro.
Otra con uno ojos azules inmensos, adjetivadora por excelencia, costumbrista y poetisa que iba recuperando el sosiego necesario para escribir sin pena.
El hado es de origen canario y su interés por los sainetes le hacía escribir sobre temas poco usuales en esas obras y aun siendo retraído para la escena el hado/mago, consiguió que lo superase.
Otra hada de origen asturiano, como el hado/mago, hablaba con tono bajo y tuvo que aprender a subir el tono pues su dulce voz se perdía entre la floresta.
También hay un hada nacida en canarias que con su numerosa familia de hermanos e hijos siempre mantenía al día de videos, chistes e informaciones, en las redes sociales al resto del grupo.
La última hada con voz austera a  veces parecía altanera por ese tono y no lo era. Tenía dificultad para distinguir entre planteamiento, nudo y desenlace, como le gustaba al hado/mago.
Se unió a este grupo otro hado que iba vagando por la floresta y que, sus orígenes en marina se veían siempre reflejados en los textos que escribía. Era tal su pasión por la mar que, hasta su mujer se llamaba Mar.
Con esta exposición y siendo hoy el último día de clase del año 2015 doy por finalizado este texto que ha pretendido ser un cuento para diversión de todo el grupo del CLUB TANTA TINTA.

domingo, 26 de mayo de 2013

APRENDDER

APRENDER

Aprendes a nacer desde el seno de tu madre.
Aprendes a vivir.
Aprendes a llorar.
Aprendes a reir.
Aprendes a comer
Aprendes a andar.
Aprendes a defenderte.
Aprendes a perder.
Aprendes a querer.
Aprendes a que te quieran.
Aprendes a compartir.
Aprendes a tener años.
Pero nunca aprendes a morir.

AMORES IMPOSIBLES



Habías nacido en el seno de una familia humilde. El origen irlandés de tus padres, creyentes en Dios, os hacía esperar su benevolencia para superar la dura situación en la que vivíais. Cuando tenías seis años tu padre os abandonó para siempre y tu madre, mujer de poco espíritu y carácter, quería y debía sacaros adelante a tu hermana y a ti. Fregaba escaleras en los edificios de oficina cercanos a vuestro mísero barrio en donde compartíais una vivienda de dos habitaciones con otra familia irlandesa. Sus fuerzas eran escasas y su mente débil, empezó a beber y poco a poco se fue perdiendo en la bebida que la llevó a coger una cirrosis, muriendo cuando tenías diez años.
Vuestro destino, el de las dos hermanas, fue una casa de beneficencia en la que tuvisteis con los medios imprescindibles  para seguir creciendo pero sin ningún cariño.
Todo eran horarios y obligaciones.
Un día decidisteis  escapar. Tenías 12 años. Las autoridades te buscaron por todas partes, pero tú fuiste más hábil que ellos y no te encontraron. El día lo pasabas en el almacén del mercado público. Allí no hacía demasiado frio y siempre había un lugar para ti. No pedías mucho. Cuando cerraban el mercado y los agentes de seguridad se iban, entonces, salías de tu escondite y te acercabas donde los vendedores depositaban los desperdicios y restos de lo vendido.  Siempre encontrabas algo para comer: frutas variadas, verduras y hortalizas, etc.
Un día uno de los vendedores te vio coger de los contenedores lo que iba a ser tu menú del día: una manzana, un plátano y unas hojas de lechuga. Te preguntó:
¿Tienes  hambre? Y tu contestación fue que Si. Entonces él te llevó un vaso de caldo de una máquina y otro vaso con chocolate también de la máquina.  Para ti fue fantástico volver a tomar algo caliente. Habías dejado de hacerlo desde que saliste del orfanato y de eso hacía ya un año.
El vendedor hombre generoso, te empezó a llevar comida preparaba por su mujer; carne, huevos, judías, pasta, arroz, etc. Todo ello te lo calentaba en un hornillo para que lo comieras caliente.
Habías crecido y te estabas convirtiendo en una chica que, pese a tu sucio y descuidado aspecto, no podían ocultarse tus incipientes pechos que junto con tus bonitos, brazos, piernas y glúteos, sin olvidar tu rostro en el que resaltaban los ojos azules irlandeses, empezabas a ser muy atractiva,  dándote cuenta por como algunos hombres te miraban.
Tu hermana seguía en el orfanato y tú no  sabías nada de ella. Eso te atormentaba.
El vendedor generoso propuso a su mujer que fueras a vivir a su casa para ayudar en  tareas domésticas. La mujer fue confiando en ti y al poco tiempo ya te quedabas sola en casa y, la mujer, iba a la tienda del mercado a ayudar a su marido.
Te podías duchar. Lo hacías cuando ellos no estaban en casa. Dormías en un cuartucho sin ventana, pero era mucho mejor que hacerlo en el mercado. Ibas poco a poco rehaciendo la vida mísera que te había tocado. Hasta pudiste hablar con tu hermana. El matrimonio te puso al habla con ella.
Todo transcurría con normalidad hasta que un día, estando en la ducha, notaste que alguien había entrado en el cuarto, no lo cerrabas pues te habías quedado sola, y cual fue tu sorpresa cuando al retirar la cortina de la ducha viste al vendedor y también tu protector.  Gritaste pero de nada te servía,  nadie podía oírte, solo él. Tu sorpresa fue tan grande que no reaccionabas, excepto gritando. Él con gran calma y ojos exaltados te puso la toalla alrededor de tu cuerpo. Parecía que no iba con malas intenciones.
Cuando saliste de la ducha él te esperaba. Tenía el aspecto tranquilo. Preguntaste que por qué estaba allí. Te respondió que quería hablar contigo. Fue otra sorpresa para ti. –Bueno-, dijiste , y escuchaste lo que te propuso.
Te quería poner un sueldo con independencia de que siguieras trabajando en la casa y alimentándote en ella. Un secreto entre vosotros. En principio, no encontrabas ninguna dificultad a la propuesta. Sin embargo, eso no era todo. El vendedor te propuso que, a cambio, le concedieras tu cuerpo cuando te lo solicitara. Para ti fue difícil de entender aquello, todavía eras una niña, pero no te negaste. Pensaste; mejor aquí que en el almacén del mercado.
La vida siguió y el vendedor venía alguna mañana te acariciaba tu cuerpo y te penetraba sin que tu, en ninguna ocasión te negaras.
Cuando alcanzaste la mayoría de edad y, después de haber ido ahorrando lo que te pagaban al mes, decidiste irte de la casa sin dejar rastro.
Llamaste a tu hermana y la propusiste que se viniera a vivir contigo. Ante las autoridades  no hubo dificultades. Ella aceptó y en un par de meses os instalasteis en Londres, en un piso próximo a Hyde Park, de muy buen nivel. Tu hermana tenía un cuerpo bonito y aunque sus ojos no eran azules la oscuridad de ellos resaltaba con el rubio de su pelo y tez muy blanca. Necesitaba una buena sesión de estética y actualizar el vestuario. Eran temas fáciles.
Después de varios días de convivencia y poneros al día de lo que había sucedido en los años de separación entraste a hacerle una propuesta; vuestro lugar de trabajo sería la barra de los Clubs más exclusivos de Londres, ahí se conocen a hombres de alto nivel económico que, cuando ellos os demandaran sexo, llevarías a vuestro piso. En ningún caso os enamorarías de ellos. Vuestras tasas serían las más altas de aquella barra y en casa siempre habría las bebidas más exclusivas: champan, ginebras, rones, además de saber preparar cocteles para lo que asististeis a un curso especial.
Todo empezó a transcurrir con normalidad, dentro del plan, durante dos años no hubo dificultades. Sin embargo, un norteamericano que estaba expatriado en Londres, deseaba tenerte a ti exclusiva para él. No te interesaba. Querías aprovecharte de la economía de ellos y, en ningún caso, la persona, los hombres, suponían nada para ti.
Fue tal su insistencia que empezaste a rechazarle. Una tarde estando en casa con un cliente llamaron a la puerta y saliste a abrir; era el norteamericano. Detrás de ti estaba el cliente de esa noche. Tu no podías verle y negaste que estuvieses con otro hombre. Cuando descubriste que estaba el cliente, era demasiado tarde. El norteamericano había sacado una pistola que apuntaba a tu cliente.
Te pusiste delante y el norteamericano tuvo que buscar el ángulo de tiro para no darte. Después de unos instantes y dándole un golpe bajo pudiste coger la pistola matando al norteamericano. El cliente se quedó muy asustado pero tú no, después de hacerle unas cuantas caricias te fuiste a la cama con él, estaba perplejo pero tu cuerpo le atraía tanto que no lo dudó y después de una especial sesión, aquel accidente te había hecho desearle, habitualmente no ocurría. Tu cliente se quedó dormido y aprovechaste para que dejara sus huellas en la pistola. Después llamaste a la policía y terminaste de llevar a cabo tu plan.
Pusiste al corriente de todo a tu hermana que se mostró impasible con el relato de lo ocurrido no dándole ninguna importancia.
El juez te preguntó quien había disparado la pistola y tú no dudaste había sido el cliente. Además, las huellas así lo identificaron.

Concha Lopezosa                                                           abril 2012

lunes, 13 de mayo de 2013

MI PRIMER LIBRO ES LETRAS MAYORES

Ilusión, optimismo y mucho entusiasmo entre compañeros en una actividad común que nos dirige nuestra profesora y que nos ha llevado a crear nuestro primer libro LETRAS MAYORES.

domingo, 2 de mayo de 2010

A UN SOBRINO

Eras tan joven, 40 años.
Tenías una vida tan estupenda que te habías ganado con tu esfuerzo.
Superaste el divorcio.
Te volviste a casar y estabas formando una familia muy deprisa, en 4 años ya tenías tres hijos y estabais de acuerdo en seguir teniendo mas.
Pero tu corazón no resistió tanta felicidad y te hizo una jugada diferente. Y te fuiste.
Tu mujer fue ejemplar en aquellos momentos. Tiene una gran fortaleza que seguro tu se la ofrecías desde donde te habías ido.
Tu madre nunca superará tu pérdida. Tu padre peor.
Te hacías querer por todos.
Estoy segura que donde estés seguirás ofreciendo todo lo bueno que tienes a todos.
Desde aquí abajo deseo que encuentres la forma de transmitir a tu esposa e hijos el cariño y fortaleza que si estuvieras con ellos habrían tecibido.
Tu tia Conchita como me llamabas.

martes, 23 de febrero de 2010

TIEMPO NO VIVIDO.

Mi infancia fue muy feliz, sin embargo, antes de entrar en ella debo rendir un homenaje a mi abuelita María Reyes.

Nacida en familia bien situada económicamente en el pueblo de Escalonilla (Toledo)y con un hermano (tio Agricio). La vida les prívó de su madre. Falleció cuando eran muy niños.

El padre volvió a casarse y, la vida les cambió a los dos hermanos. Dejaron de ir a la escuela y tuvieron que realizar las tareas de la casa y el campo.

El matrimonio tuvo una hija, la conocí como tia Concha. Esta tuvo las atenciones que correspondían a una hija nacida en el nivel social y económico de la familia, asistió a la escuela y estuvo siempre protegida por todos, también por sus hermanos. Casó con un militar y tuvo una hija.

Mi querida abuelita nunca reprochó nada a su hemanastra; se mostraba siempre cariñosa y, como desde que nació su sobrina, parece que la tia Concha quedó algo sensible, mi abuelita siempre la protegía llevándola dulces y caprichos que sabía la gustaban.

domingo, 21 de febrero de 2010

REENCUENTRO.

ESTOY SATISFECHA.

Hace unos días y, después de varios intentos, coseguí que dos personas que hacía mas de cincuenta años que no se veían, se reencontraran.

Fueron vecinos y amigos en la infancia. También yo participé de ambas circunstancias, aunque con menor edad. De uno de ellos soy prima hermana.

El de mayor edad tuvo una negativa incidencia humana en su salud. Por un fallo clínico le tuvieron que hacer una traqueotomía.

Mi primo tiene su salud adecuada a su edad.

A ambos les acompañaban sus esposas. Las de toda la vida. Conmigo estaba mi marido, también, el de toda la vida.

Estuvimos en mi casa almorzando y resultó estupendo observar como, las perssonas que tuvieron algo en común en su infancia, seguían queriéndose y disfrutando de estar juntas y, de paso, de un buen vino.

ESTOY SATISFECHA.