domingo, 2 de mayo de 2010

A UN SOBRINO

Eras tan joven, 40 años.
Tenías una vida tan estupenda que te habías ganado con tu esfuerzo.
Superaste el divorcio.
Te volviste a casar y estabas formando una familia muy deprisa, en 4 años ya tenías tres hijos y estabais de acuerdo en seguir teniendo mas.
Pero tu corazón no resistió tanta felicidad y te hizo una jugada diferente. Y te fuiste.
Tu mujer fue ejemplar en aquellos momentos. Tiene una gran fortaleza que seguro tu se la ofrecías desde donde te habías ido.
Tu madre nunca superará tu pérdida. Tu padre peor.
Te hacías querer por todos.
Estoy segura que donde estés seguirás ofreciendo todo lo bueno que tienes a todos.
Desde aquí abajo deseo que encuentres la forma de transmitir a tu esposa e hijos el cariño y fortaleza que si estuvieras con ellos habrían tecibido.
Tu tia Conchita como me llamabas.